Más que una aventura

Otra novela basada en una historia real. Un viaje de casi 2000 km recorriendo ¡caminando! el Pacific Crest Trail que emprende en completa soledad, una mujer de 26 años, desencontrada y desencantada. De la misma forma en que todos salimos a la vida, sin idea de nada, Cheryl, que no tiene conocimientos de senderismo, se lanza a su aventura. Un largo camino que va a llevarle unos cuantos meses, donde conocerá el miedo, la impotencia, la tristeza, la amistad, la alegría, el alivio…, pero, sobre todas las cosas, el logro, la superación y el reencuentro con ella misma. Mientras recorre esos caminos van apareciendo en su relato los difíciles recuerdos de su vida pasada, las situaciones que la llevaron un día a plantarse frente al camino, con su mochila a cuestas, dispuesta a todo.

«Mi mochila descollaba como una repisa por detrás de mí, y se elevaba varios centímetros por encima de mi cabeza, y me atenazaba como un torno hasta la rabadilla. Resultaba francamente incómodo; sin embargo, quizá fuera así como se sentía un mochilero. Yo no lo sabía. Solo sabía que había llegado el momento de ponerse en marcha, así que abrí la puerta y salí a la luz del día» (pag.58).

La historia es atrapante en todos los sentidos, pero, fundamentalmente, en el plano personal. Cada paso vacilante, cada ampolla, cada músculo dolorido, van transformándose en pisadas fuertes, cicatrices indoloras, piernas vigorosas y, mientras tanto Cheryl va superando sus fantasmas y renaciendo.

«…Todo eso ignoraba por aquel entonces, sentada en ese banco blanco el día que acabé mi andadura. Todo salvo el hecho de que no tenía por qué saberlo, de que bastaba con confiar en que lo que había hecho era auténtico, con comprender su significado sin ser aún capaz de decir con exactitud cuál era, como me ocurría con los versos de The Dream of a Common Language que me habían acompañado durante mis noches y mis días. Bastaba con creer que ya no necesitaba tender mis manos desnudas, con saber ver el pez bajo la superficie era suficiente. Que lo era todo. Era mi vida: como todas las vidas, misteriosa e irrevocable y sagrada. Tan cercana, tan presente, tan mía…».  (pag. 360).

Strayed, Cheryl. «Salvaje.». Rocaeditorial.

 

 

Día 15. Praga, el castillo y sus alrededores

Luego de lo aplicada que fui anoche para aprender y practicar todo lo relacionado con la pivo, me costó un poco levantarme esta mañana. Pero cuando advertí que es mi último día completo para disfrutar la ciudad, salí de la cama rápido.
Después de un buen desayuno, salí hacia la zona de la plaza, un camino que he hecho tantas veces que ya no tuve que consultar el mapa, cruzando el puente Carlos. Estaba nublado, así que el clima era ideal para un buen paseo.  Me cansé un rato, almorcé algo ligero y salí de excursión hacia el castillo en el tranvía 22.  Pero antes me detuve un momento para fotografiar el muro homenaje a Lennon y luego entrar en la iglesia donde está el Niño Jesús de Praga, una iglesia bonita, con una figura que representa al niño bastante emperifollada.

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En la zona del castillo, que es enorme y está sobre una colina desde la que se ve la ciudad, se encuentran la catedral y un barrio donde está la calle del oro en la que vivió Kafka. El castillo actualmente es el lugar donde están las oficinas presidenciales.

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En el castillo se puede pasear por un buen rato. Tiene varios patios y además las visitas de la ciudad desde allí son muy lindas.

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Para despedirme de Praga, más tarde fui por una rica cena (con fondo musical de Julio Iglesias, cosas que pasan por acá), y una caminata por la ciudad iluminada.

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El viaje termina, también el relato. Gracias por la compañía y espero que sepan disculpar las fallas: escribir de un celular algo que vaya más allá de un simple mensaje, me ha resultado un tanto complicado. En fin…  Adios Madrid, Auf Wiedersehen Berlín y Ahoj Praga. Nos vemos pronto!

Día 14. Praga antes y ahora.

La leyenda cuenta que Praga nació luego del sueño de la hija del jefe de una tribu que se había asentado en el lugar. La chica había visto un campesino construyendo una puerta y una muralla, así que ordenó a sus soldados que la construyeran y además que trajeran al campesino para casarse con él. Después, comieron perdices y todo eso, y se convirtieron en los primeros reyes de la ciudad.
El resto de la historia está lleno de anécdotas de traiciones y peleas, marcado por guerras de adentro y de afuera, pero mostrando un pueblo con un carácter bastante particular e ideas avanzadas. La pelea que surgió una vez entre católicos y protestantes se vivió muy fuerte por aquí, resultando de todo eso que Praga esté llena de iglesias y de ateos.
Una de las atracciones más importantes, y que ya he nombrado, es el reloj astronómico. Fue construido en la edad media, y tiene una historia un poco oscura. Luego de finalizado, el rey llamó a su creador para hacerle jurar que no iba a construir otro igual y como el hombre, que ya tenía varios encargos, se negó, el monarca le mandó sacar los ojos.  A tientas salió el pobre relojero y fue derechito a la máquina, con toda la intención de romperla, pero no era su día: la máquina le arrancó un brazo y murió desangrado. Todo eso hizo que se considerara al reloj como maldito, los praguenses creen que cuando se para ocurren desgracias. El reloj se detuvo dos veces por cuestiones de mantenimiento, luego de la primera Praga se inundó como nunca, y de la segunda, llegaron los nazis.  En fin…
La máquina tiene dos partes, abajo es un calendario agrícola, arriba marca la hora, cuando sale y se pone el sol, las fases de la luna, qué signo zodiacal está rigiendo. Cada cambio de hora, las esculturas que lo escoltan se mueven durante unos segundos.  Realmente asombroso si se piensa en la época en que fue construido.

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Otro punto importante para entender la historia de la ciudad, es el barrio judío, donde encontramos la sinagoga en la que fue creado un personaje muy conocido en el lugar, el Golem, y el cementerio. El Golem era un hombre de arcilla, creado por un rabino y que tenía vida, pero similar a un robot. Se le introducía por la boca un papel con una tarea y él la hacía. Todo iba bien hasta el día en que Golem se rebeló, su creador no era muy paciente y lo convirtió en polvo nuevamente, escondiendo sus restos en la sinagoga.

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La sinagoga
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El cementerio

Los judíos fueron siempre bastante maltratados por acá, se los obligaba a usar distintivos y estaban confinados en una de las zonas más sufridas de Praga. Sin embargo, luego de que su accionar resultara crucial para detener una invasión, fueron recompensados con varias mejoras.
En el paseo histórico, también aparecieron la casa donde nació Kafka, la estatua en su honor y el teatro donde vivió Mozart y se estrenó Don Giovanni. Me parece increíble estar en esos sitios!

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Aquí nació Kafka
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Dedicado a Kafka

Coroné mi día yendo a un tour de cerveza con un grupo muy divertido. Pasamos por el primer bar donde se sirvió la pilsen tal cual se la conoce ahora y probamos su versión más pura, con menos filtrado y sin proceso de pasteurización. Esto que significa que sólo dura dos semanas, cosa que aquí no es problema: se consumen promedio 160 litros por persona/año. La cerveza es bastante suave, algo amarga y el gas que tiene es muy sutil. 

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Seguidamente fuimos a otro bar a probar cerveza negra y, a pesar de que yo no soy fan de ésta, fue una grata sorpresa. Un poco dulzona y sutil, muy fácil de tomar.  
Terminamos la noche en otro bar, que antes fue una librería, probando la roja. Fue la que menos me gustó, un poco fuerte para mí. También era hora de poner algo en el estómago!

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Nos contaron la historia de la cerveza, los ritos que tienen allí para beberla y nos explicaron el por qué de la tirada con más o menos espuma. Tiene que ver con como se quiera degustar, pero demasiado concentrada venía yo con la práctica para retener tanta teoría!

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Cuanta espuma?

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